“El mundo que se extendía ante mi mirada me parecía tan bello como si lo viera por primera vez”, extraída de “El Paseo” del escritor suizo Robert Walser, es la cita que propongo esta semana en “La versalita”, la tertulia cultural que dirige Mariló Maldonado en el programa de Canal Sur Radio, “Buenos días, gente de Andalucía”.
Esta vez, reto a los participantes a que escriban desde el extrañamiento, es decir, como si lo hicieran desde los ojos del niño que mira las cosas como si no las contemplaran desde el asombro más absoluto. Os recuerdo que podéis enviar vuestras propuestas, (de no más de 7 u 8 líneas a laversalita @rtva.es).

La historia del escritor suizo Robert Walser es una de las tragedias más apasionantes y también más tristes de la literatura centroeuropea del pasado siglo.
El día de Navidad de 1956, su cuerpo apareció congelado sobre la nieve, a 20 km de Berna. Mientras gran parte del mundo despertaba para abrir regalos, él le mostraba al mundo cómo había pasado su vida: solo y a la intemperie.
Fue un autor autodidacta, y un elegantísimo estilista del lenguaje, capaz de destripar la realidad con una ironía tan sutil que muy pocos han conseguido imitar.
Hoy se le considera un autor de culto, que dejó una obra impresionante. Fue admirado por autores como Kafka, quien confesó que sus narraciones errantes le convirtieron en su maestro, pero también por otros como Thomas Mann, Musil, Walter Benjamin, o más contemporáneos como Susan Sontag, Elías Canetti, Magris o Enrique Vila Matas, entre otros muchos.
Sólo pudo escribir, entre 1904 y 1925, antes de sucumbir ante una enfermedad mental de origen hereditario.
Nació en una familia que no le aportó ni cariño ni prosperidad. Paseaba obsesivamente. Era astuto, callado, miraba como el que no ve nada y lo entiende absolutamente todo.
Él mismo, al ingresar en el sanatorio le dijo a su psiquiatra: “Yo no he venido aquí a escribir, he venido a volverme loco”.

El Paseo es una novela breve, exquisita y un elogio a la contemplación y al placer del deambular atento, de calidad, dedicándole todos sus sentidos. Publicó varias novelas en las que sus personajes eran como él: obedientes y cautos. Puede que fuese mejor seguir órdenes que dejarse llevar por su cabeza. Esta filosofía se muestra en obras como Jakob von Gunten o en Los hermanos Tanner.
Desgraciadamente, murió sin haber sido apreciado lo suficiente, salvo por su amigo el escritor Carl Seelig, quien no dejó de visitarle y de pasear con él, recogiendo estas conversaciones en un libro titulado “Paseos con Robert Walser”, que se publicó en 1936 y que es un interesante psicoanálisis maravilloso del autor suizo.
Os dejo aquí el enlace de la interesante tertulia de hoy: https://share.google/VQUiRevCmk9BgZ2jG
2 respuestas a “«La cita que transita», Robert Walser (domingo, 2 de noviembre de 2025)”
Hola amiga Laura, soy José María, quien tiene la suerte de tenerte por vecina. He preferido comentarte en tu página y no por whatsapp.
He oído tu programa del pasado domingo, 2 de noviembre.
El microrrelato en «La Versalita» de Gloria Peralta me ha gustado. Y me quedo con la frase final » ……. dejando al mundo con un poco de más amor del que nos encontramos cuando llegamos».
Y en La Cita que Transita, sobre Robert Walser, su frase al ingresar en el sanatorio, «Yo no he venido aquí a escribir, he venido a volverme loco», define con certeza que tuvo una vida muy triste. Ello me ha motivado a leer su biografía. Y su muerte, el día de Navidad, congelado sobre la nieve, en soledad absoluta, fue el broche dramático de su vida.
Y tu reto esta semana, que los/las participantes, narren desde el extrañamiento, con visión y asombro de niños, me ha gustado mucho. Yo siempre pienso que los adultos deberíamos mantener viva en nuestra mente la llama de la inocencia y el asombro de aquel niño que fuimos.
Un abrazo,
José María.
Muchísimas gracias, José Mª. Es un placer tener oyentes tan atentos. Así da gusto. Efectivamente, hay vidas que superan cualquier ficción y, la de Robert Walser es una de ellas. Sin embargo, nos dejó un magnífico legado: su obra. Gracias por tus palabras y por seguirnos cada semana con tanto entusiasmo y cariño. Un abrazo. Laura.